En los últimos meses hemos tenido algunos problemas en el aula, a veces lo niños se pelean ya sea por el material o por juguetes que traen al salón y a veces se pegan, empujan, muerden. Por otro lado a veces se ponen en riesgo al subirse a las sillas que colocamos para bloquear el acceso a las escaleras o, a veces, corriendo hacia la calle, cosa que ocurre cuando la clase ya terminó pero que a veces resulta que es mi hijo o yo los que estamos más cerca de la salida que las mamás y nos toca intervenir para evitar que los niños salgan o incluso que se lastimen entre sí, cuando las mamás de los niños en cuestión no están cerca del evento.
Había estado pensando en cómo atender esta situación hasta que el miércoles, en una clase de música, detuve la actividad para decirle a las mamás que eran responsables de la seguridad de sus hijos durante las clases, que ni yo ni mi hijo podíamos ni debíamos hacernos cargo de eso, ya que había niños subiéndose a las sillas junto a las escaleras y sus mamás no se levantaban a ir por ellos. Mientras que yo insisto en que no deben forzarlos a hacer las actividades que estemos haciendo, que es mejor que ellas participen y los niños lo asimilarán con el tiempo, el asunto de la seguridad de los niños si requiere que se levanten y vayan por ellos.
Me pareció importante que este tema fuera un diálogo abierto, no una imposición de mi parte. Por ello en esta clase de Orugas del viernes, llevé un cartel para hablar del asunto con las mamás, invitarlas a expresar sus ideas y tomar nota de los acuerdos que se tomaran. Durante la clase les pedí que escribieran sus propuestas y votaran si querían que una vez al mes hiciéramos este tipo de clase abierta con materiales libres.
Al final leímos las propuestas y las acordamos, con esa información crearé un cartel que la siguiente clase se presentará así como dibujos para que los niños comprendan mejor qué conductas son aceptables y cuales no. Les comenté que era necesario agacharse al nivel de los niños y explicarles brevemente con voz grave qué conducta no era aceptable cuando la tuvieran, pero no se toy segura que les expliqué bien que también es importante alabar la conducta positiva cuando la veamos.
Incluí también una área de Educación Física, que no suele un área que me interese por mi propia manera de ser, pero que me parece muy importante incorporar, aún cuando estemos en un salón y no al aire libre. Especialmente porque he observado que cuando los niños llegan a la edad de 3 años se vuelven mucho más activos físicamente, quieren correr y saltar mucho, debido a esto he estado modificando los planes de clase para que las actividades siempre estén alternándose, entre estar sentados y en movimiento. Además de que esto es algo sobre lo que se hizo énfasis en el curso de Teacher Training Course (certificación como maestra de inglés), ya siempre tendremos en el salón de clase algún porcentaje de alumnos que aprende de manera kinestética, es decir que sin movimiento, no asimilan los contenidos expuestos.
Fue una buena clase en la que compartieron y tuvieron mucha libertad pero también con cierto orden, por votación, repetiremos esta dinámica cada mes. Esta idea la tuve porque he estado leyendo sobre los descubrimientos de María Montessori, de hecho, tomaré una certificación en esta método, lo cual, estoy segura ofrecerá nuevas herramientas para las clases, especialmente porque cada vez tenemos más, alumnos, comenzamos a trabajar en otra escuela y ofreceremos pronto una clase de artes plásticas también.
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